Queridos hermanos y hermanas de la Hermandad del Rocío de Antequera:

Con profundo respeto y devoción, me dirijo a vosotros para compartir una visión que, con el esfuerzo y la fe de cada uno de nosotros, podemos lograr.

Nuestra amada Virgen del Rocío nos inspira no solo a vivir nuestra fe, sino también a difundirla y fortalecerla. Este llamado no es solo individual; nos invita a unirnos como una familia espiritual, a ser los portadores de su amor y su luz.

Extender la devoción a la Virgen es más que una tarea; es una misión. En cada acto de fe y cada gesto de amor, nuestra Hermandad demuestra su compromiso con dicha misión. Pero esto no puede llevarse a cabo sin la ayuda de todos vosotros, hermanos y hermanas. Es en esta unión que encontramos la fuerza para seguir adelante, para superar desafíos y para hacer brillar el mensaje de esperanza que nuestra Madre nos ofrece.

Uno de los pilares fundamentales de nuestro proyecto es la juventud. Los jóvenes no solo representan el futuro de nuestra Hermandad, sino que también aportan entusiasmo, frescura y nuevas perspectivas. Por ello, queremos integrarlos en todos los aspectos de nuestra vida fraterna, asegurando que conozcan y se sientan inspirados por el amor a la Virgen. Su participación es vital para que nuestra Hermandad continúe floreciendo.

Además, la caridad es y debe ser siempre uno de los valores esenciales de nuestro caminar. Siguiendo el ejemplo de la Virgen y de Nuestro Señor, estamos llamados a ayudar a los más necesitados, a tender una mano amiga y a ser una fuente de apoyo para nuestra comunidad. Este compromiso de amor y ayuda es la manifestación concreta de nuestra fe, una fe que se vive y se demuestra en cada acto de solidaridad.

Por último, quisiera hacer hincapié en la formación cristiana de todos los hermanos. Una fe sólida y bien fundamentada es el motor que nos impulsa a vivir según los valores evangélicos, a enfrentar las pruebas con fortaleza y a ser ejemplos vivos de los principios que predicamos. La formación es, por tanto, una base esencial para que cada hermano encuentre en nuestra Hermandad un espacio de crecimiento espiritual y de profundización en el amor a Cristo y a su Madre.

Con la guía de la Virgen del Rocío y la dedicación de cada uno de vosotros, estoy segura de que esta misión que hemos emprendido dará fruto abundante. Contemos siempre unos con otros y caminemos juntos en esta hermosa senda de devoción, caridad y fe.

Que la Virgen del Rocío nos bendiga a todos.

Con afecto y devoción,

Rosario Palomo Pérez
Hermana Mayor.